martes, 31 de marzo de 2009

Error de paralaje

En la primera y monótona película de Roman Polanski, "El cuchillo en el agua" explican muy bien qué es el error de paralaje.
El protagonista, tumbado en la cubierta del barco, se entretiene poniendo el dedo índice delante de la cara y tapando simultaneamente el ojo derecho y el izquierdo. Según que ojo tape, el dedo cambia de posición sin que él lo mueva. Esa diferencia de ubicación es lo que se conoce cómo error de paralaje.
Cuándo una relación termina hay quién tiene por costumbre repasar diferentes momentos de los compartidos con la pareja. A mi me ha pasado. Me he visto obligada a hablar durante horas y horas de lo que no ha salido bien, buscando el momento en que todo se ha ido al traste. No es difícil que removiendo todos esos recuerdos se llegue también a momentos maravillosos, divertidos o emotivos y se hable de ellos con cariño. Lo curioso es que para cada uno el recuerdo sea tan distinto. Y estoy convencida de que no se trata de que uno tenga razón y el otro esté equivocado.
Creo que se trata de un simple e insalvable error de paralaje.

martes, 24 de marzo de 2009

Isla

El mejor profesor de literatura que he tenido nos preguntó en una ocasión; "Ustedes que son, ¿ una isla o una península?"
A continuación, hizo un barrido con la mirada a toda la clase y se paró en mí. Así que me di por aludida y respondí. "Soy una isla" Se escucharon risitas. El profesor, que solía mirarnos por encima de las gafas, en un gesto muy de profesor, contestó: "Yo también"

A veces me repito eso como si fuera un mantra; Soy una isla, soy una isla, soy una isla...

viernes, 20 de marzo de 2009

Citas célebres

"Yo no era como el resto de los niños, ya sabes, que sueñan con ser astronautas. Siempre estuve más interesado en la corteza que nace de un árbol. Richard Gere es uno de mis héroes. Sting. Sting es otro de mis ídolos. La música que él ha compuesto… bueno, yo nunca la he escuchado, pero sólo el hecho de haberla compuesto me inspira respeto. Me preocupo de verdad por lo que hago. ¿Acaso sé qué producto estoy vendiendo? No. ¿Sé qué estoy haciendo hoy? No. Pero aquí estoy, y voy a dar lo mejor de mi mismo."

jueves, 19 de marzo de 2009

En el último momento

Otra vez igual, es la historia de mi vida: "Lo voy a llevar todo al día", "No dejaré para mañana lo que pueda hacer hoy", "Este curso me pongo a estudiar en Octubre"... Mentira.

Siempre todo con prisas. Y me ha vuelto a pasar...

El teléfono suena cada cuarto de hora



-Minkoff, ¿cómo lo llevas? ¿avanzas?

-Si, si, si ... Sin problema.

-¿Con qué estas?

-Na, puliendo unos diálogos.

-Ajá, si, los diálogos pueden ser complicados. O te salen o no te salen, ¿verdad?

-Ajajjajaja,...así es.

-Pero, ¿salen?

-Estoy un poco bloqueada, pero vamos, nada serio

-El viernes a más tardar lo quiero en mi correo. Te dejo.



Y me deja. Me deja ahí, delante del ordenador, con apenas 8 párrafos repartidos en varias escenas. Que triste.



4 minutos después suena el teléfono otra vez.



-Minkoff, ¿cómo lo llevas? ¿Has avanzado algo?

-Eeee, si. Un poquito si que he avanzado.

-¿Los diálogos? Dime, ¿dónde estás bloqueada? Haz el favor de leerme toda la escena.

-.... Acabo de tener una idea, te dejo, voy a escribir la frase que tengo en mente antes de que se me olvide!!!

-Recuerda que...



6 minutos más tarde, tras dedicarme a poner en negrita el encabezado de cada escena y de hacer un zapping rápido...



-Minkoff, ¿que tal ese diálogo? ¿Lo acabaste?

-No hubo suerte, al final se me olvidó la frase....

-¿Recuerdas lo que hablamos del final? Lo he pensado bien y no queremos que las referencias sean tan explícitas... Me gustaría que la acción se desarrollara en otro sitio, olvidamos el muelle, ¿ok?

-Muelle olvidado.

-¿Supone mucho problema para ti cambiar eso?

-No, que va, en absoluto.

-Ella se podría ir en coche y que el corra detrás... ¿te parece?

-No sé, muy original, ¿no?

-Ya...Te entiendo. El viernes a más tardar, vale?

-Vale.



30 segundos más tarde (que dedico a mirarme atentamente la uña del dedo meñique de la mano derecha)



-¿Se te ha ocurrido algo para el final?

-.....No.

-...

-¿A ti?

-Creo que mejor pasamos de coches. Que los chicos corran.

-Ella corre y el corre. Detrás de ella. Los dos corren.

-Déjalo. Piensa otra cosa, piensa en algo... Hablamos.



15 llamadas después no he avanzado mucho que digamos. Pero he copiado todos lo teléfonos de la agenda en un cuaderno, he puesto la lavadora, he contestado meils, ya llevo dos sandwiches y acabo de actualizar el blog.

El viernes a más tardar viene siendo en poco más de 24 horas. Seguro que dentro de 2 ó 3 me pondré a escribir de verdad, se me ocurrirán cosas, diré "Si tuviese más tiempo para desarrollar esto..." y , como siempre, entregaré a tiempo.



Siempre, pero siempre, igual.

lunes, 16 de marzo de 2009

Me explico

¿Que pasa cuando explicas tu idea y todos entienden otra cosa pero les parece genial?
¿Que hacer entonces?
¿Vuelves a explicar lo que tenías pensado? ¿Dejas que piensen que lo que han entendido es exactamente lo que querías decir?
Un dilema...

sábado, 14 de marzo de 2009

El cuaderno a mano

Me voy a dormir y dejo un cuaderno y un bolígrafo sobre la mesilla de noche. "Esta vez no me vuelve a pasar". Esa sensación de haber soñado algo importante, de haber tenido UNA BUENA IDEA que poder utilizar en un guión. Y cuando se pasa la euforia, darme cuenta de que no recuerdo nada excepto que la idea era increíble.

-Apuntalo. Deja cuaderno y boli junto a la cama y escribe antes de levantarte.
-Lo haré.

Lo hago. Tengo un sueño y me despierto. Enciendo la luz, escribo y sigo durmiendo. Sonrío.
Soy grande.

Mientras desayuno recuerdo que la noche anterior apunté algo en el cuaderno. Voy a ver...que nervios...
En la primera página hay una frase que parece escrita por un niño de parvulario:
Un chico va caminando.

Ummm. Seguro que me encaja en algún guión. Sin duda.

viernes, 13 de marzo de 2009

GRAN TORINO

Que grande puede ser Clint Eatswood. Ya le tocaba.
Me he emocionado con su nueva película mas que con el último anuncio de coca cola (que pasa, los cabrones son muy buenos tocando la fibra sensible. Y ese viejuno cogiendo la manita de la nena...) Y digo que ya le tocaba porque tengo que irme hasta la tremenda Million Dollar Baby para admitir un mínimo de emoción en una película suya. Pero digo emoción de verdad. De esa en la que sonríes como un bobo mientras contienes la lagrimilla, o no sonríes y simplemente dejas caer la lagrimilla. Somos muchos los cínicos que lloramos en los cines.
Banderas de nuestros padres fue una gran decepción. Y no me enorgullezco al admitir que debido a eso todavía no he visto Cartas desde Iwo Jima. Ya sé, todos me dicen que la segunda es mucho mejor y que no deje de verla aunque no me gustara la primera. Hay quien me dice que la vea precisamente por eso. Pero es que fue tan, tan decepcionante.
Y El intercambio... bueno, empecé a enfadarme de verdad con Clint. Es una historia de buenos y malos donde los malos son muy malos y los buenos son...tan bobos. Llena de lugares comunes, véase todas y cada una de las escenas del centro psiquiátrico, hubo un momento en que casi siento vergüenza ajena, es el que he llamado "momento villancico". Hay otras razones por las que no trago El intercambio como que no se puede sostener toda la trama en algo tan obvio como en si es o no ese crío el hijo de la protagonista, esa mujer que ya ha quedado claro es una buena y atenta madre, pero como yo escribía para hablar de Gran Torino no me explayaré sobre todo eso. Y porque a Clint tampoco hay que toserle encima. Es un grande.

Gran Torino. Es una delicia pasar de una escena a otra aun con todo lo previsible es. No es una comedia, pero como me reí. Y sobre todo, como de pronto me dejé de reír. Y, coño ¿por qué siempre me resulta más fácil sacar a relucir lo que no me gusta de lo que sí?
Ale, voy a pensar en eso un rato.

lunes, 9 de marzo de 2009

Desequilibrio

El pasado sábado estuve en diferentes lugares y reuniones sociales casi sin darme tiempo a pensar donde y con quién me encontraba. Además tuve que trabajar y, para no pedir un día libre, le pedí el favor a una compañera y me pasé la mañana y parte de la tarde entrando y saliendo del curro para hacer acto de presencia en cada lugar y con la gente que me había comprometido. La verdad es que no fue muy agobiante ya que todo me apetecía y eran cosas que había esperado desde hacía tiempo.
Y el domingo... Los continentes se movieron más y a mayor velocidad de lo que me moví yo en todo el día.

jueves, 5 de marzo de 2009

¿Eso que es? ¿Cine?

Hace tiempo en el círculo de Bellas Artes pusieron un ciclo de Fassbinder. Era interesante puesto que ponían algunas películas que no había tenido la oportunidad de ver como "El amor es más frío que la muerte".

Cuando llegué a la taquilla y le pedí a la taquillera una entrada para la peli de Fassbinder, su respuesta fue: ¿Fassbinder? ¿Eso que es? ¿Cine?

Le respondí que sí, que Fassbinder es cine y entonces me vendió la entrada y me indicó por donde tenía que entrar.

Esta tontería se me quedó grabada porque pensé que de una persona que vende entradas para algunas exposiciones y películas, no espero que lo haya visto todo, ni que lo entienda, ni que le guste, ni que le interese, ni siquiera que finja que le interesa, pero que por lo menos le suene...pues sí, eso si que lo espero de esa persona.



Pero no sé, igual soy muy exigente.



El caso es que hace unos días viví la situación a la inversa y me acordé con cariño de la joven taquillera que no tenía ni pajolera idea de quien o qué era Fassbinder. ¿Cine?

También tuvo un lugar en mi recuerdo, la señora de El Corte Inglés que a la pregunta ¿Tienen Escape de Absolon? se apresuró a responder "No, no, no. Aquí sólo vendemos películas".

Siempre me gustó la idea de que aquella mujer se asustó pensando que le estaba dando una clave para dar comienzo a un ataque nuclear o algo así.



El caso es que estando en mi trabajo una mujer me preguntó:

-Tienes un libro que se llama "Buenos días ¿que tal?" o "Hola, ¿que tal?¿como te va?" o puede que se llame "Hola, ¿Que tal estás?" o puede que simplemente se llame "¿Que tal?", ... es muy famoso...

-Emmmm, espere que mire....



Por supuesto, no tenía ni puñetera idea de lo que me hablaba y menos sabía donde mirar. Así que hice lo que la mujer esperaba que hiciera. Me puse delante del ordenador y comencé a escribir todas aquellas posibilidades "¿Que tal estás?", "Buenos días, ¿que tal? " y, una vez comprobado que no salía nada probé con otras opciones de mi propia cosecha "Ey, ¿cómo estamos?" ,"¿Que tal va eso?" ,"Muy buenas, ¿que tal estás?"... Y no hubo forma. La mujer tampoco se acordaba del autor pero no dejaba de repetir lo famoso que era. Al fin me di por vencida y tuve que confesar que no tenía aquel libro, ni sabía si lo tendría y, lo que es peor, que no estaba segura de poder pedírselo con esos datos... La mujer se enfadó y se largó bastante disgustada por mi poca preparación.
Eso no me lo dijo ella. Eso lo digo yo. Porque me hizo sentir así y también hizo que recordara a la taquillera, la mujer de El Corte Inglés y a algún otro, y lo que pensé de ellos cuando me atendieron.



Lo malo, malo, es que todavía no sé a qué libro se podía referir esa mujer.